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domingo, 21 de enero de 2007

El guiño con Black Sabbath


La música siempre me ha acompañado. En viajes, escribiendo, dibujando o simplemente reposando. Desde muy chico conocí el Rock Pesado. Fascinado por la rebeldía, la velocidad, las chicas y los riffs histéricos y vibrantes. Escuchaba lo que pasaban en algún perdido y trasnochado programa de radio. había uno maravilloso: La Heavy Rock and Pop. los locutores, El ruso Verea, Nagui (a veces César Fuentes Rodriguez)eran compañeros nocturnos que presentaban música que jamás llegaba a las disquerías.
Comencé con Iron Maiden, luego Judas Priest y Ozzy Osbourne que me hechizó.
Sin embargo, notaba que algo faltaba en estas bandas, ninguna tenía la versatilidad de ser poderosa, lírica, romántica, oscura y veloz a la vez. Claro que estaba pidiendo mucho pero...
Un día vi un aviso donde mencionaban que se podía conseguir los primeros cuatro discos de Black Sabbath en cassette. Ahorrando unos pesos viaje a la Galería Marga y compré aquel tesoro. me dije: ¡Cuatro discos con canciones de Ozzy! Sin embargo al llegar a mi casa y ponerlos en el autoestero me desilusioné. Si, cantaba Ozzy pero era muy diferente a lo que conocía. los solos de guitarra eran más largos y complejos. La lírica distinta y no había riffs veloces. Todo sonaba lúgubre, con una cadencia triste y oscura. Lo dejaba puesto en la noche cuando leía mis primeros libros de Asimov y Heinlein. Entonces comencé a entender aquella música, poco a poco fue desplazando todo lo que oía. Llevado por la curiosidad compré heaven & Hell con Ronnie Dio en voz y enloquecí. era el disco de los ochenta y combinaba lo que oía con la magia de Sabbath. Emprendí una búsqueda frenética de todos los albumnes. una empresa más que dificil a finales de los ochenta. Los discos se editaban en Europa pero no llegaban a nuestras disquerías.
De más está decir que los conseguí todos. preguntando en pubs, distribuidores y amigos que venían del exterior. Así conseguí Sabotage (Genial) y Séptima Estrella, al que tuve mucho tiempo desconociendo que se trataba de un cd de Black Sabbath.
Cuando escribía Enfrentamientos de los Dioses de cidí hacer un cameo con mi banda favorita. Pocos, solo rockeros de ley, se darán cuenta que todas las astronaves tienen nombres de canciones. En más de veinte albumnes tengo una buena cantidad de opciones. Imaginense: N.I.B., Supertzar, Resplandor, Ensalada de Rata, Cornucopia, Cruz de Espinas, Never Say Die, Voodoo...
Es una forma de retribuir por tantos buenos momentos.
Sólo una cosa debo aclarar: Cuando pensaba que nadie se había dado cuenta, durante una Tertulia de Ciencia Ficción, un amigo escritor y editor de NM, Santiago Oviedo, me dijo que le parecía sospechoso el nombre de algunas naves y cuando leyó sobre un acorazado N.I.B. comenzó a sonreir.

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