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jueves, 12 de diciembre de 2013

Trabajando con Oenlao... Y otros guionistas.


La verdad no tengo idea de si el reconocimiento por ser dibujante o guionista de historietas llega al tiempo que hacemos nuevos trabajos.  Parece que hay un delay. Hace un mes asistí a la distinción de Personalidad destacada a Robin Wood, años antes a la primera Reunión Woodiana y no puedo dejar de mencionar todo el laburo de la Duendes para rescatar obras de Patricia Breccia, Martha Barnes, Massaroli, William Gezzio, Dalfiume. Bue, seguro me olvido de un montón. Lo cierto que hay muchos autores jóvenes o nuevos, porque algunos no son tan niños.
Me incluyo entre ellos.
He realizado una interesante variedad de historietas, es una producción continuada. No siempre con contratos o buena paga, pero muy valiosa como experiencia. De esta manera conocí a guionistas muy buenos cuyo nombre aún no es tan popular como estoy seguro lo será a su tiempo.

Trabajé con tres guionistas españoles, Un inglés, dos de USA, una brasileña y por supuesto con uno argentino (pronto serán dos cuando termine un relato con Augusto Gilimón). Me refiero a Carlos Scherpaz o simplemente Oenlao.
Ya había visto varias veces su firma en  historietas de Barricada Comics. Y un día me tocó dibujar una parte de Mate Cosido, el personaje de Fer Sosa. La experiencia fue ALUCINANTE. Química pura, La historia era desopilante y llena de humor. Un mutante al frente de una revuelta marciana, con secuaces tan exóticos como el. Había un enano, soldados robots, demonios, una chica que come ratas. Oenlao me apuntó varias cosas para modificar y al mismo tiempo me dio libertad para agregar alguna cosilla en los fondos, hasta un texto aquí o allá. El resultado es un trabajo donde me sentí muy a gusto. Historieta pura en lo visual y en la narración.
Después trabajamos juntos en una parte de Tehuelches que publicó DUENDES.
En la presntación del libro le conté con Oenlao que estaba terminando La Biblia Negra del Rock, pero aunque era una consigna placentera para mi, el compromiso de respetar cada imagen ajustada a la historia de esos rockeros me restaba libertad en el dibujo. Yo quería hacer naves espaciales, monstruos, rifles láser, ese tipo de cosas. Por supuesto siempre estoy trabajando en mi serie Sálvat, pero trabajar con el guión de otra mente es fascinante. Más con Oenlao que siempre tiene giros inesperados como en EL Facón de Alma Negra. El tipo no respeta la cronología, uno nunca sabe si la viñeta final cuenta el principio de la historia o si el personaje principal muere a la mitad. Así que un día me escribió para hacer una de CF. Yo dije ¡Guauu! Y al instante lo pensé ¿Oenlao haciendo una de CF? ¿Cómo será eso? Él quería algo expresivo, medio caricaturesco con línea limpia. En ese momento yo estaba terminando una nueva historieta de zombies con una chica brasileña, una especie de precuela de Mortal Zombie y estaba muy ejercitado con el realismo para el último capítulo de la Biblia Negra. Me costó adaptarme y lo hice gradualmente, je, je.
A ver, veamos un poco esa historia. Hay una nave, un monstruo comiendo planetas, la nave estrellada, el paso del tiempo, Cuatro huevos (si, cuatro huevos) del que salen cuatro soldados, dos chicas y dos hombres  y una batalla campal con hombres reptiloides y tipos águila montando pajarracos. Un delirio hermoso para dibujar, no sé como terminará, ni siquiera sé como seguirá. pero no me perdería de dibujar eso por nada.  Aquí algunos bocetos.
















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