Durante décadas los fans de Sabbath
sacaban el tema en cada conversación. ¿Volverá Ozzy? Algunos decían que era
imposible, otros que esa época de Sabbath ya había pasado. Los menos que “al
final” sucedería.
Otros no estábamos tan convencidos,
cierto es que los primeros veinte años de la carrera solista de Ozzy son
infaltables en la cdteca de cualquier seguidor de Sabbath, aunque los últimos
discos sonaban como reciclados, y la voz del metal Madman no era la de antes.
Rumores en 1985 con el concierto del
Live Aid, en 1988 cuando Geezer se unió a la banda de Ozzy. En el ’94 después
de los discos tributo. Y hubo una reunión en el 1998 con disco en vivo y dos
temas nuevos. La apuesta subió en el 2000 cuando Sabbath era una banda fija del
Ozz fest pero en 2006 los miembros de la banda empezaron proyectos por separado. Una nueva
incorporación de Ronnie Dio en Heaven and Hell y un nuevo disco de Ozzy solista
en 2010.
Y llegó el 11 del 11 de 2011, Los
cuatro originales de Birmingham anunciaban un nuevo álbum para el 2013. Alegría
general, pero al poco, Tony Iommi tiene cáncer. Bill Ward se baja del proyecto
por razones no muy claras.
¿Y qué podía esperarse de un álbum nuevo
de estos monstruos? ¿Qué haría Rick Rubin? Habían seguido caminos diferentes. Ozzy
hacia la creación de su propia leyenda, Iommi creciendo cada día junto a nuevos
compañeros en discos que de una forma u otra mantuvieron la llama encendida de
La Bruja Negra en formaciones que daban brillos diversos a esta saga.
Todos estuvimos haciendo el aguante.
Pidiendo por favor que hagan el disco. Los ruegos tienen su respuesta con una nueva
gira que inicia en Australia y sigue por Norteamérica. Sale el disco soñado, 13
y no defrauda a nadie. Tiene la onda de los primeros discos pero con un sonido
majestuoso. Parece difícil de creer, pero 13 es magnífico. Enseguida lidera los
rankings de Alemania, Inglaterra, Australia, Estados Unidos ¡Una locura!
La batería de estudio la hace Brad
Wilk, en vivo se encarga Tommy Clufetos, una avalancha de golpes a los parches.
Y nos enteramos que vienen a Argentina
el 6 de octubre de 2013. Al Estadio Único de La Plata. El cielo gira, el suelo
pierde consistencia, antiguos amigos, las Cruces de Sabbath se reúnen. Dieciocho
años y las pasiones siguen igual. Exactamente igual.
Hay adelantos de los shows en otros
países. Ozzy se la banca, a veces cae y se recupera. Pero el resto de la banda
toca como los dioses. Así que se cuentan los días, la expectativa no deja
dormir. Pasa Junio, Julio, Agosto, Septiembre y llega la semana previa. Y de
repente ya es el día. El estadio está lejos. Con la familia viajamos en un bus
disfrutando cada minuto del viaje, luego caminatas largas en cuadras más largas
hasta ese estadio cubierto que se levanta sobre una colina artificial, te deja
con la boca abierta mientras buscas un lugar desde donde ver mejor.
El sol desaparece y en el escenario
sobre una tela negra se ve proyectado el dibujo simbólico de la banda. De
repente la voz de Ozzy jugando con ese Ole, ole ole olá… Y el lugar se llena de
emociones. Y estalla con las sirenas de War pigs. A partir de ese momento todo
es parte de un hechizo, no hay tiempo y a la vez todo pasa rapidísimo sin
detenerse. Into the void, Under the sun, Snowblind y la ironía de Ozzy diciendo
Coca cola. Alegría, sonrisas, todos envueltos por una música que se hizo
décadas atrás, Muchos de los presentes no habían nacido, yo mismo era un niño
de dos o tres años en ese tiempo.
Ozzy no pifió ni una vez, se mantuvo
impecable todo, todo, el concierto. Tony y Geezer estaban enormes. Aún mantengo
en mi mente la sensación del show de Heaven and Hell. Esto era lo mismo, pero
por razones que no puedo explicar estaba amplificado. Clufetos, una avalancha,
Poder desatado, imparable. De tanto en tanto me giraba para ver a la gente, tratando
de guardar en mi memoria la imagen de todas esas mentes que se enardecían de
alegría y juventud con las mismas melodías, los mismos riffs. Una hermandad que
brindaba el mismo respeto y cariño a Tony, Geezer y Ozzy. Leyendas de esta
historia. Auténticos ¡Estaban ahí!, juntos como en un sueño. Antiguos temas, Black Sabbath Fearies wear boots, NIB…
Nuevos como Age of reason, End of the beginnig y la gloriosa God is Dead…
El viaje todavía
continuaría una lapso más con Iron Man, Children of the grave, Ozzy abrazando a
Tony. Tony acercándose a Geezer riendo, la masa del campo y las plateas
ovacionando, coreando y aplaudiendo en los momentos donde Geezer o Tony quedan
solos.
Y cierra Paranoid, es inevitable, pero
todos están conformes, más que llenos, Black Sabbath arribó. Como los dioses, no
pueden quedarse, se irán, pero todos los allí reunidos lo adoptamos como parte
de nuestras vidas. 

La salida, una caminata rara, donde los
pies no se sienten, la gente se retira con miles de emociones en la mente, aun
no lo asimilan, vivieron un recital de Black Sabbath, el original, con aquellas
canciones que ya eran históricas antes del Heavy Metal, antes del trash o todo
lo que siguió.
Una escena parecida, casi igual, fue la salida
de Obras en el ’92, Cuando llegaron con Dio y uno parecía estar dentro del
disco Live Evil. Anonadados. Bajando esa colina del Estadio Único de La Plata
hasta el ómnibus para el regreso. Miles llenaron el lugar y yo fui uno de
ellos. Una página de la historia del Metal. El fin del principio o el principio
del fin. Estuve ahí y solo quienes compartieron el momento entienden en toda su
magnitud estas palabras.