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martes, 22 de octubre de 2013

La Magia de Black Sabbath llegó una noche.




Durante décadas los fans de Sabbath sacaban el tema en cada conversación. ¿Volverá Ozzy? Algunos decían que era imposible, otros que esa época de Sabbath ya había pasado. Los menos que “al final” sucedería.
Otros no estábamos tan convencidos, cierto es que los primeros veinte años de la carrera solista de Ozzy son infaltables en la cdteca de cualquier seguidor de Sabbath, aunque los últimos discos sonaban como reciclados, y la voz del metal Madman no era la de antes.
Rumores en 1985 con el concierto del Live Aid, en 1988 cuando Geezer se unió a la banda de Ozzy. En el ’94 después de los discos tributo. Y hubo una reunión en el 1998 con disco en vivo y dos temas nuevos. La apuesta subió en el 2000 cuando Sabbath era una banda fija del Ozz fest pero en 2006 los miembros de la banda empezaron  proyectos por separado. Una nueva incorporación de Ronnie Dio en Heaven and Hell y un nuevo disco de Ozzy solista en 2010.
Y llegó el 11 del 11 de 2011, Los cuatro originales de Birmingham anunciaban un nuevo álbum para el 2013. Alegría general, pero al poco, Tony Iommi tiene cáncer. Bill Ward se baja del proyecto por razones no muy claras.
¿Y qué podía esperarse de un álbum nuevo de estos monstruos? ¿Qué haría Rick Rubin? Habían seguido caminos diferentes. Ozzy hacia la creación de su propia leyenda, Iommi creciendo cada día junto a nuevos compañeros en discos que de una forma u otra mantuvieron la llama encendida de La Bruja Negra en formaciones que daban brillos diversos a esta saga.
Todos estuvimos haciendo el aguante. Pidiendo por favor que hagan el disco. Los ruegos tienen su respuesta con una nueva gira que inicia en Australia y sigue por Norteamérica. Sale el disco soñado, 13 y no defrauda a nadie. Tiene la onda de los primeros discos pero con un sonido majestuoso. Parece difícil de creer, pero 13 es magnífico. Enseguida lidera los rankings de Alemania, Inglaterra, Australia, Estados Unidos ¡Una locura!
 
La batería de estudio la hace Brad Wilk, en vivo se encarga Tommy Clufetos, una avalancha de golpes a los parches.
Y nos enteramos que vienen a Argentina el 6 de octubre de 2013. Al Estadio Único de La Plata. El cielo gira, el suelo pierde consistencia, antiguos amigos, las Cruces de Sabbath se reúnen. Dieciocho años y las pasiones siguen igual. Exactamente igual.

  







 
Hay adelantos de los shows en otros países. Ozzy se la banca, a veces cae y se recupera. Pero el resto de la banda toca como los dioses. Así que se cuentan los días, la expectativa no deja dormir. Pasa Junio, Julio, Agosto, Septiembre y llega la semana previa. Y de repente ya es el día. El estadio está lejos. Con la familia viajamos en un bus disfrutando cada minuto del viaje, luego caminatas largas en cuadras más largas hasta ese estadio cubierto que se levanta sobre una colina artificial, te deja con la boca abierta mientras buscas un lugar desde donde ver mejor.
 

El sol desaparece y en el escenario sobre una tela negra se ve proyectado el dibujo simbólico de la banda. De repente la voz de Ozzy jugando con ese Ole, ole ole olá… Y el lugar se llena de emociones. Y estalla con las sirenas de War pigs. A partir de ese momento todo es parte de un hechizo, no hay tiempo y a la vez todo pasa rapidísimo sin detenerse. Into the void, Under the sun, Snowblind y la ironía de Ozzy diciendo Coca cola. Alegría, sonrisas, todos envueltos por una música que se hizo décadas atrás, Muchos de los presentes no habían nacido, yo mismo era un niño de dos o tres años en ese tiempo. 
 
Ozzy no pifió ni una vez, se mantuvo impecable todo, todo, el concierto. Tony y Geezer estaban enormes. Aún mantengo en mi mente la sensación del show de Heaven and Hell. Esto era lo mismo, pero por razones que no puedo explicar estaba amplificado. Clufetos, una avalancha, Poder desatado, imparable. De tanto en tanto me giraba para ver a la gente, tratando de guardar en mi memoria la imagen de todas esas mentes que se enardecían de alegría y juventud con las mismas melodías, los mismos riffs. Una hermandad que brindaba el mismo respeto y cariño a Tony, Geezer y Ozzy. Leyendas de esta historia. Auténticos ¡Estaban ahí!, juntos como en un sueño. Antiguos temas, Black Sabbath Fearies wear boots, NIB… Nuevos como Age of reason, End of the beginnig y la gloriosa God is Dead
 
 El viaje todavía continuaría una lapso más con Iron Man, Children of the grave, Ozzy abrazando a Tony. Tony acercándose a Geezer riendo, la masa del campo y las plateas ovacionando, coreando y aplaudiendo en los momentos donde Geezer o Tony quedan solos.
Y cierra Paranoid, es inevitable, pero todos están conformes, más que llenos, Black Sabbath arribó. Como los dioses, no pueden quedarse, se irán, pero todos los allí reunidos lo adoptamos como parte de nuestras vidas.

La salida, una caminata rara, donde los pies no se sienten, la gente se retira con miles de emociones en la mente, aun no lo asimilan, vivieron un recital de Black Sabbath, el original, con aquellas canciones que ya eran históricas antes del Heavy Metal, antes del trash o todo lo que siguió.
 
 Una escena parecida, casi igual, fue la salida de Obras en el ’92, Cuando llegaron con Dio y uno parecía estar dentro del disco Live Evil. Anonadados. Bajando esa colina del Estadio Único de La Plata hasta el ómnibus para el regreso. Miles llenaron el lugar y yo fui uno de ellos. Una página de la historia del Metal. El fin del principio o el principio del fin. Estuve ahí y solo quienes compartieron el momento entienden en toda su magnitud estas palabras.